Comportamiento del Gasto en Salud a partir de
los procesos de descentralización. Argentina. Período 1980-2007
Introducción
En
años recientes diferentes países latinoamericanos, siguiendo una tendencia
internacional, han iniciado procesos de
reforma de los sistemas de salud[1].
En Argentina, uno de los aspectos principales de las actuales reformas son los
procesos de descentralización. Como consecuencia de éstos, la mayor parte de la
infraestructura hospitalaria del país está bajo jurisdicción provincial y en
menor medida municipal.
Autores
como Bisang y Cetrángolo (1997), opinan que los procesos de descentralización
habrían respondido más al intento de reformular la relación financiera entre la
nación y los estados provinciales, que a objetivos sanitarios. A raíz de ello,
se han realizado distintos estudios abocados a establecer las particularidades
de la relación entre la renta del país y el gasto en salud.
Siguiendo con esta tendencia el objetivo de este trabajo es analizar la
relación existente entre el Ingreso del país (PBI) y el Gasto Público en Salud,
una vez iniciados los procesos de descentralización.
Para ello se
recurrió a información proveniente del Ministerio de Economía y del Banco
Mundial (período 1980-2007), cuyos datos se utilizaron para analizar la
tendencia del Gasto Público en Salud (GPS) en relación al Gasto Público Total
(GPT), igual análisis se efectuó con los Consolidado de ambos (Nación,
Provincias y Municipios), (GPCS y GPTC); y el GPCS como porcentaje del PBI.
Proceso de reforma del sector Salud en Argentina
Para
comprender las distintas etapas por las cuales ha transitado el Sector Salud en
Argentina, es conveniente analizar su evolución, la cual a los fines de este
análisis se puede dividir en cuatro etapas (Mordarelli, R. 2008):
1. Modelo
descentralizado anárquico (hasta 1945)
2. Modelo
centralizado (1945 -1955)
3. Modelo
descentralizador del sistema (1955 –1978)
4. Modelo
descentralizador fiscal ( desde 1978 )
1.
Modelo
descentralizado anárquico
En los comienzos del siglo XX y hasta el año
1945 aproximadamente se entendía que la salud era de carácter individual. La asistencia médica de carácter colectivo no
constituía un derecho de los ciudadanos sino una “dádiva” otorgada a los
excluidos y era prestada por Sociedades de Beneficencia y respondían
a necesidades específicas y puntuales de la población. En esta época la postura
del estado era netamente subsidiaria y se orientaba en torno a la asistencia
sanitaria, esencialmente a lo que respecta al control de epidemias, higiene
pública, sanidad de fronteras y contingencias no previstas.
En
ese marco, el conjunto de instituciones que conformaban el área de salud no
eran más que el resultado de esfuerzos individuales altamente fragmentados, sin
ninguna coordinación y con una prácticamente escasa capacidad de prevención y
formulación de políticas a largo plazo (Acuña y Chudvnosky, 2002).
2. Modelo centralizado (1945 -1955)
Es
en esta etapa se nacionalizaron todos los establecimientos públicos de salud.
Se creó una red de atención ambulatoria y se implementaron programas a través
de los cuales se extendía la cobertura en la atención médica. Este cambio
produjo una importante dependencia económica del sector con respecto al
presupuesto central, tanto a nivel nacional como provincial (Mordarelli, R.
2008).
El surgimiento del sindicalismo y las
entidades mutuales constituyeron un dato sustantivo en la forma de la
organización del sistema de salud. Estos últimos comenzaron a reagrupar a los
trabajadores por rama de producción, sentando así las bases de lo que serían
las Obras Sociales (Acuña y Chudvnosky, 2002).
Se creó la Dirección Nacional de Salud
Pública y Asistencia Social y en 1946 la Secretaría de Salud Pública y en 1949
el Ministerio de Salud Pública.
3. Modelo descentralizador del sistema
(1955 –1978)
En este periodo la política de salud se
encaminó a una disminución gradual del rol del Estado. En este marco, los
sindicatos fueron asumiendo un papel menos complementario y más sustitutorio,
expresado en la cobertura de trabajadores a través de contratos con
particulares, financiado desde los convenios colectivos.
En febrero de 1970 es sancionada la Ley de
Obras 18610, en la cual el Estado asume el papel de regulador de las obras
sociales en funcionamiento, normatizando y ordenando el funcionamiento de los
entes preexistentes, la universalización de la cobertura en hogares con
asalariados ocupados en el sector formal privado y en el sector público,
concretándose la creación del INOS (Instituto Nacional de Obras Sociales) como
organismo descentralizado, con funciones de promoción, coordinación e
integración entre Obras Sociales y asumiendo el control técnico, administrativo
y contable.
Las
transferencias de los hospitales públicos nacionales a las provincias se
realizaron, en general sin los recursos técnicos y financieros como para
implementar de manera exitosa la descentralización (Mordarelli, R. 2008). Así,
la medida generó el deterioro de las instituciones transferidas y por ende
afectó la oferta de servicios públicos. Las Obras Sociales brindaron
prestaciones de salud sin la coordinación y reglamentación necesaria por parte
del Estado, solo se aseguraron por Ley la obligatoriedad de las cargas sociales
por tipo de actividad para cada sindicato.
En
esta fase no se pudo lograr la coordinación entre obras sociales y hospitales
nacionales y provinciales (Mordarelli, R. 2008).
4. Modelo descentralizador fiscal (desde
1978 )
En
la década del setenta se retomó la iniciativa iniciada en el período anterior
de descentralización fiscal de hospitales (se traspasaron 65 hospitales
nacionales a los distintos subniveles de gobierno) con la características de
que las provincias se establecieron como delegadas del gobierno nacional y
recibieron a las instituciones públicas sin una contrapartida presupuestaria
(Mordarelli, R. 2008).
La crisis y el desequilibrio sectorial se
profundizaron. En la década del noventa, el sector salud estaba compartimentado
en tres subsectores, que se caracterizaban por su desarticulación; clara
evidencia de una mala utilización de los recursos con un alto grado de
ineficiencias y asimetrías en la accesibilidad y calidad de los servicio
(PRESSAL, 1999). En 1992 se firmó el decreto que puso en ejecución Políticas
Nacionales de Salud, orientaciones estratégicas y prioridades programáticas
propuestas por el Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación cuyo fin fue
reorganizar los sistemas de salud, teniendo como eje un adecuado desarrollo de
sus niveles locales en base al principio de
la descentralización. Esa reforma contuvo estrategias para la
transformación de los modelos: 1) de gestión a través del Programa de
Hospitales Públicos de autogestión. 2) de calidad a través del programa
Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica. 3) de atención de la
Salud a través del Programa Nacional de Atención Primaria de la Salud.
Estas medidas provocaron modificaciones en
los componentes financieros ya que significó dotar a los hospitales de autogestión de la capacidad de
cobro obligatorio por las prestaciones realizadas a afiliados de obras sociales
y del sector asistencial privado; además de la modernización de la
administración hospitalaria que garantiza la descentralización y el
gerenciamiento local, sin desmedro de los presupuestos asignados a cada
institución.
Por otro la Estrategia de Atención Primaria
de la Salud se ha transformado en el eje fundamental de la política pública en
salud sumado a la necesidad de llevar adelante una política de prevención y
detección precoz de las enfermedades que permita por un lado una eficiente
asignación del gasto en salud y por otro lado prolongue y mejore la calidad de
vida de la población (Tobar y Falbo, 2006).
El Sistema de
Salud en Argentina
El Sistema de Salud argentino está compuesto por tres
subsistemas: el público, el de la seguridad social (obras sociales nacionales,
provinciales y municipales, cubiertas con el aporte y las contribuciones de los
trabajadores) y el subsector privado (prepagas y seguros financiados a través
del aporte de particulares).
La característica principal del sistema es la
desarticulación entre los distintos subsectores que lo conforman y la
fragmentación de las instituciones que lo componen. Según un informe de la
Organización Panamericana de la Salud (1998:1) los problemas centrales que
aquejan al sistema son: “la deficiente articulación de los subsectores, la
desigualdad en los niveles de calidad de la atención de salud y el acceso
limitado de algunos grupos poblacionales a los servicios”.
El subsector
público
Para los fines de este trabajo sólo se tomará en
cuenta al subsector público, cuyos
recursos provienen de las rentas generales, siendo fijados anualmente por los
presupuestos nacionales, provinciales y municipales[2].
Éste provee servicios de salud, de forma gratuita a través de los centros de
atención primaria y de los hospitales públicos. Si bien la estructura de salud
pública incluye a todos los habitantes del país, atiende principalmente a
aquellos que carecen de cobertura de alguno de los otros dos subsectores y
sobre todo grupos sociales de bajos ingresos. La disposición geográfica de sus
servicios es muy amplia, abarcando zonas valoradas por el sector privado como
no rentables.
El rol del
Estado en Salud
Siendo Argentina un país federal, el subsector público
de salud se organiza en los tres niveles de gobierno: la Nación, las Provincias
y los Municipios; siendo las provincias las responsables de la salud de su
población a través de una facultad constitucional no delegada en el poder
Nacional ni en los Municipios.
Si bien el Estado desempeñó un papel protagónico en el
sector de la salud, en las últimas décadas se sucedieron una serie de
transformaciones que redefinieron este rol, entre otras, a) la descentralización
de los servicios nacionales hacia las provincias y los municipios, excluyendo
de este modo la función de provisión directa por parte del Estado Nacional, b)
la posibilidad de cobrar los servicios prestados a personas que cuentan con
cobertura, c) las modificaciones en el régimen de coparticipación de los
recursos fiscales, d) la entrada en el contexto del sector de nuevos
participantes como las aseguradoras de riesgo de trabajo, las empresas
extranjeras de seguros médicos, etc.
La Nación a través del Ministerio de Salud ejerce
funciones de coordinación, regulación, y asistencia técnica y financiera,
siendo, las provincias y los municipios los encargados de la provisión directa
de servicios de asistencia a sus habitantes. El Ministerio de Salud de la
Nación es la máxima autoridad en materia de salud y si bien, según la ley sus
atribuciones son amplias, en la práctica su actuación es acotada debido a que
administra sólo un mínimo porcentaje del presupuesto público de salud, y dado
que ésta es facultad constitucional no delegada por las provincias a la Nación,
su poder de decisión queda restringido ya que las provincias y los municipios
cuentan con autonomía en las decisiones en sus propios territorios. A nivel
provincial y municipal la autoridad le corresponde a los respectivos
ministerios y secretarías.
Relación entre PBI y Gasto Público en Salud.
Una preocupación
constante de los países es determinar cuánto se debe gastar en salud. Como
consecuencia de ello muchas investigaciones se han dirigido a determinar las
características de la relación existente entre el Gasto en Salud y el Ingreso
de los países, demostrándose cómodamente una relación positiva entre ambos[3].
En el caso particular de Argentina si bien se mantiene
dicha relación, al analizar el Gasto Público Consolidado en Salud como
porcentaje del PBI se advierte que no hay una tendencia estable en el período
considerado. Puede observarse que las crisis socio-económicas de los años 1989
y 2002 tuvieron un impacto negativo evidente en el sector, el GPCS tuvo una
baja en la participación relativa. Sin embargo si se observa la evolución en el
período 1980-2007[4] (Gráfico
1) se advierte que ganó importancia relativa, de un 3,18% del PBI en el año
1980, pasó a 5,01% en el año 2007. Inclusive, pese a la inestabilidad de la
tendencia, si se considera el período 1990/2007, la evolución en el GPCS como
porcentaje del PBI, muestra que ganó una importancia relativa aún mayor.
Gráfico 1: Gasto Público Consolidado en Salud en
relación al PBI
1980-1986: miles de pesos; 1987-2010: millones de
pesos a valores corrientes

Fuente: Elaboración Propia sobre la base del Ministerio de Economía de la
Nación.
Gasto Público
Consolidado Total en relación Gasto Público Consolidado en Salud
Si se analiza el comportamiento del GPCT en moneda
corriente, se advierte que su tasa de crecimiento es superior a la tasa de
crecimiento del GPCS. Mientras que el primero creció en el 2007, respecto del
2002 el 222,94%, el segundo (en el mismo período), el 194%. Por lo tanto este
último fue perdiendo participación en el gasto público total no obstante el
importante crecimiento del gasto público tanto nacional, como provincial y
municipal.
Observando la Gráfica 2, se puede inferir que los
períodos en los que más creció el gasto público total fueron, 1984-1987,
1998-2001 y 2004-2007, y si observamos el comportamiento del sector Salud en
los mismos lapsos, invariablemente éste último perdió participación (Gráfica
3). El Gasto Público creció a tasas muy elevadas respecto a Salud y prueba de
ello es el último período de expansión económica considerado (2004/2007), en el
año 2007 llegó a superar el 36.27% del PBI, mientras que Salud en el mismo año
perdía 1,27% dentro del gasto público total, (Gráfic0 3).
Gráfico 2: Gasto Público Consolidado Total en relación
al PBI
1980-1986: miles de pesos; 1987-2010: millones de
pesos a valores corrientes

Fuente: Elaboración Propia sobre la base del Ministerio de Economía de la
Nación.
Gasto Público Consolidado en Salud como porcentaje del
Gasto Público Consolidado Total
1980-1986: miles de pesos; 1987-2010: millones de
pesos a valores corrientes

Fuente: Elaboración Propia sobre la base del Ministerio de Economía de la
Nación.
Participación
del Gasto Público en Salud en el Gasto Público Social
El
objetivo principal del Gasto Público Social (GPS) es impulsar el acceso de los
grupos sociales más vulnerables a los servicios básicos de calidad. En esta
tarea el Gobierno Nacional a través del Presupuesto Nacional tiene la función
fundamental de garantizar niveles mínimos de equidad interregional entre las
provincias, complementando los servicios sociales que éstas proveen a sus
habitantes.
El Gasto Social está divido en
sectores, siendo prioridad el Sector
de Seguridad Social.
El segundo en orden de magnitud de recursos asignados al GPS corresponde a los Servicios y Bienes Sociales. En
la estructura de este gasto sobresale en primer lugar la función de Educación (gasto destinado especialmente
a las universidades nacionales y al fondo de incentivo docente); en segundo lugar, el gasto en Salud
(que incluye las Transferencias al PAMI y a la Administración de Programas
Especiales, Obras Sociales, y atención de los beneficiarios de las Pensiones no
Contributivas, entre otros). En tercer lugar se encuentra el
gasto en Asistencia y Promoción Social,
(Programas Familias por la Inclusión Social y Argentina Trabaja). En cuarto
lugar, se encuentra la función de Ciencia
y Técnica (que financia las actividades llevadas a cabo por los investigadores del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la investigación aplicada
del Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA). Por último, se encuentra la
función Trabajo (Programas de Seguro
de Capacitación y Empleo y al Plan Jefas y Jefes de Hogar). El tercer sector
que compone el GPS, es el de Infraestructura
Social Básica. Las dos funciones que componen el gasto de este sector
son: Vivienda y Urbanismo y Agua Potable
y Alcantarillado.
Dentro del
Gasto Público Social, el gasto en salud fue perdiendo participación, de un
24.71% en promedio en la década del 80, pasó a un 22.95% en los 90, llegando al
21.63% en año 2007. (Grafica 4)
Gráfico: 4
Participación del Gasto Público en Salud en el Gasto Público Social
1980-1986: miles de pesos; 1987-2010: millones de
pesos a valores corrientes

Fuente: Elaboración Propia sobre la base del Ministerio de Economía de la
Nación.
Gasto Público en salud según los distintos niveles de gobierno
Como ya se mencionara dentro de la reforma del sector
en la década de los años noventa hubieron dos estrategias de descentralización
promovidas desde el Estado Nacional: por un lado, la transferencia de
establecimientos hospitalarios nacionales a las provincias y, por el otro, el
impulso de la figura de los Hospitales Públicos de Autogestión.
Es importante destacar que el escenario donde se
desarrollaron estas cuestiones fue un momento en el que la provisión de la
salud estaba íntimamente relacionada con las disputas entre la Nación y las
provincias por el reparto de los recursos tributarios recaudados por el Estado
Nacional. Por lo tanto, la estrategia de descentralización debe ser entendida
como una redefinición de las relaciones financieras entre Nación y provincias
que se plantearon con el régimen de Coparticipación Federal de impuestos[5]
orientado a disminuir la participación del Estado Nacional en la prestación de
servicios de salud pública para lograr el equilibrio fiscal de las cuentas
nacionales (Acuña y Chudvnosky, 2002). De hecho, los gobiernos provinciales
vieron en la transferencia de hospitales una posibilidad de recibir fondos que
mejoraran su situación financiera, dado que en salud no existe ningún fondo que
se distribuya de acuerdo a indicadores que correspondan al sector, de manera
que éste no cuenta con una asignación específica de los fondos transferidos por
Coparticipación Federal, (Bisang y Cetrángolo, 1997).
En el nivel provincial, el sector salud tiene una
estructura centralizada y tiene a su cargo el manejo de los hospitales públicos
que anteriormente estaban en la órbita de la Nación. Es importante destacar que
la
relación entre la Nación y las Provincias, se establecen a través del Consejo
Federal de Salud (COFESA)[6].
Por otra parte la descentralización en salud en
Argentina no colaboró en el protagonismo de los municipios, dado que los
gobiernos provinciales tendieron a ocupar todos los niveles de atención. Las
provincias de mayor tamaño (Buenos Aires, Córdoba y la Ciudad de Rosario de la
Provincia de Santa Fe) son las que cuentan, a nivel municipal con servicios
propios. Cabe aclarar que el peso de los Municipios como financiadores y
administradores públicos depende de cada jurisdicción, siendo la provincia de
Buenos Aires la que presenta mayor porcentaje de hospitales públicos
municipales.
Como se puede observar en el Gráfico 5, el Gasto
Público Consolidado en Salud alcanzó durante el año 2007 un monto de $16.846
millones, y muestra, a valores corrientes, una tendencia manifiestamente
creciente, con una participación de cada nivel de gobierno en el gasto público
en salud relativamente estable. Las provincias son responsables del 70% del
Gasto Público Total en Salud mientras que el 30% restante del gasto se divide
en partes prácticamente iguales entre la Nación y los gobiernos municipales
Gráfico: 5 Gasto Público en salud según los distintos
niveles de gobierno
(Nacional, Provincial y Municipal)
1980-1986: miles de pesos; 1987-2010: millones de
pesos a valores corrientes

Atención pública de la
Atención pública de la Atención pública de la
salud provincial
salud municipal
salud en nación
Fuente: Elaboración Propia sobre la base del Ministerio de Economía de la
Nación.
En el Gráfico 6 se ve claramente que el GPNS mantiene una participación en el PBI decreciente entre
1980 y 2007 y tal caída se genera como consecuencia de los procesos de
descentralización. A su vez el Gasto Público Provincial presenta el comportamiento
opuesto al realizado por la Nación, reflejando una compensación entre ambos,
mientras que el Gasto Público Municipal en Salud tiene una tendencia constante
entre 1980 y 1984, y entre 1985 y 2007 tiende al aumento.
Gráfico: 6 Gasto Público en salud según los distintos
niveles de gobierno en relación al PBI
(Nacional, Provincial y Municipal)
1980-1986: miles de pesos; 1987-2010: millones de
pesos a valores corrientes

Gasto público Nacional Gasto Público
Municipal Gasto Público Provincial
en Salud
en Salud
en Salud
Fuente: Elaboración Propia sobre la base del Ministerio de Economía de la
Nación.
Consideraciones
finales
El Sistema de Salud argentino está compuesto por tres
subsistemas: el público, el de la seguridad social y el subsector privado. Cabe
destacar, que el sector público de salud ha experimentado profundos cambios
estructurales en los últimos veinte años. Se llevó adelante una fuerte política
de descentralización, que derivó en la transferencia de establecimientos
hospitalarios nacionales a las provincias y, a la vez que se impulsó la figura
de los Hospitales Públicos de Autogestión.
El subsistema público opera a través de los
Ministerios de Salud en sus tres niveles (nacional, provincial y municipal),
pero teniendo en cuenta que las provincias cuentan con autonomía respecto a las
decisiones sanitarias en sus jurisdicciones, el poder de decisión del MS de la Nación se ha visto
limitado. Paralelamente la situación de
los Municipios se ve también afectada por la transferencia de la Nación a las
provincias, dado que estas últimas no tuvieron una tendencia mayoritariamente
descentralizadora hacia los niveles locales.
La transferencia de los hospitales públicos desde el
nivel nacional a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires implicó una mayor
carga presupuestaria para las administraciones provinciales y de la Capital
Federal.
Al analizar el gasto
en salud que se genera en cada nivel de gobierno, a partir de los procesos de descentralización, se
comprueba la relación existente entre el Gasto en Salud y el Ingreso,
verificándose cómodamente una relación positiva entre ambos. No obstante, se
observa que no hay una tendencia estable en el período considerado.
El GPCS como porcentaje del PBI en el lapso 1980-2007,
muestra que ganó importancia relativa, de un 3,18% en 1980, pasó a un 5,01% en
2007, con dos caídas importantes originadas por las crisis de los años 1989 y
2001 Cabe destacar que este gasto evolucionó en forma menor al GPCT en los
últimos años.
Por otro lado el GPNS mantiene una participación en el PBI decreciente entre 1980 y 2007, tal caída
se genera también, como consecuencia de los procesos
de descentralización. A su vez el
Gasto Público Provincial presenta el comportamiento opuesto al realizado por la
Nación, reflejando una compensación entre ambos; mientras que el Gasto Público
Municipal en Salud es prácticamente igual al que realiza el gobierno Nacional.
Bibliografía
Acuña C. y Chudvnosky M.: “El sistema de salud en Argentina”. Universidad
de San Andrés y Centros de Estudios para el Desarrollo Institucional. Buenos
Aires Argentina, 2002
Bisang, Roberto y Oscar Cetrángolo: “Descentralización de los servicios de
salud en la Argentina”, CEPAL, Santiago de Chile. CEPAL – Serie de Reformas de
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Banco Mundial. LCSHH – ESW:
“El Sector Salud Argentino: Situación Actual y Opciones para Mejorar su
Desempeño”. Mímeo. 2003
Cortés, R. y Marshall, Adriana (1999) Estrategia Económica, instituciones y
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Modarelli, Romina : “Análisis Económico del Proceso de Descentralización en
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Repetto, Fabián et al “Transferencia Educativa hacia las provincias
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Gobierno y Sociedad, Centro para el Desarrollo Institucional, Buenos Aires,
2001.
Temporelli, K. y González, G (2007). “Elasticidad Ingreso de los Gastos
Sanitarios: un análisis a diferentes niveles de renta” en www.aaep.org.ar
Tobar, Federico, Economía de la Reforma de los Seguros de Salud en
Argentina, Isalud, Buenos Aires, 2001.
Tobar, Federico. El gasto en salud en Argentina y su método de Cálculo,
Isalud, Buenos Aires, 2000.
[1] Knowles y
otros (1997:2) proponen una definición respecto del proceso de reforma del
sistema de salud, entendiendo a éste como “un proceso que aspira cambiar de
manera significativa las políticas, programas y procedimientos nacionales a
través del cambio de las prioridades, leyes, reglamentos, estructura
administrativa y organizativa y ordenación financiera del sector salud. Las
metas centrales a menudo buscan mejorar el acceso, la equidad, la calidad, la
eficiencia y/o la sustentabilidad del sector”.
[2] Cabe
destacar que desde abril de 1993, mediante el Decreto 578, se ha implementado
la figura del Hospital de autogestión que busca obtener financiamiento
complementario a través del cobro a las obras sociales y empresas de medicina
prepaga de los servicios prestados a afiliados que utilizan los servicios de
los hospital público.
[3] Para un mayor
detalle, véase Temporelli, K. y González, G (2007). “Elasticidad Ingreso de los Gastos
Sanitarios: un análisis a diferentes niveles de renta” en www.aaep.org.ar
[4] La fuente de información consultada para obtener el gasto público en salud
son las estadísticas elaboradas por el Ministerio de Economía de la Nación. Se
dispone documentación a partir del año 1980 y hasta el 2008. A los fines de
este estudio se consideró hasta el año 2007, ya que los datos del año 2008 son
provisorios.
[5] “El
subsistema público de salud en Argentina se financia con recursos provenientes
de rentas generales que son fijados anualmente en los presupuestos públicos de
cada jurisdicción. En el país existe recaudación de impuestos tanto en los
niveles subnacionales (en cada provincia o municipio) como en el nivel
nacional. Parte de lo recaudado a nivel subnacional debe ser consolidado con la
recaudación nacional y luego coparticipado. La Ley 23.548 de 1988 determina que
un 57.66% de esa recaudación sea distribuida a cada provincia y a la Ciudad de
Buenos Aires a través de un mecanismo de Coparticipación Federal. Las
excepciones principales a la regla según la cual todos los impuestos nacionales
existentes o a crearse son distribuidos son los aranceles aduaneros (que de
acuerdo con la Constitución corresponden solo a la Nación) y los aportes y
contribuciones a la Seguridad Social (que se recaudan con la función específica
de financiar sus prestaciones)”. “En 1992, con la Ley 24.049, el Poder
Ejecutivo Nacional comenzó a transferir una cuota fija mensual adicional a lo
previsto por el régimen de coparticipación. Las provincias reciben -también-
del gobierno nacional los Aportes del Tesoro Nacional, que son la principal
fuente de asignaciones no automáticas a las provincias fondeadas. Dichos
aportes se transfieren de manera discrecional”.
En Tobar, F. y Falbo R. “Cuánto se gasta en Atención Primaria de la
Salud en Argentina?”Medicina y Sociedad. Revista trimestral, año 26, Nro. 4.
Argentina, diciembre 2006.
[6] El COFESA
se creó en 1981 y es un organismo interjurisdiccional que está integrado por la
autoridad de salud pública de más alto nivel en el orden nacional, a nivel
provincial y de la ciudad de Buenos Aires y, es presidido por el Secretario de
Salud Pública de la Nación. Entre sus funciones se encuentran las de analizar
los problemas de salud presentes en todo el país y en cada una de las
provincias, la identificación de sus causas y la recomendación de cursos de
acción orientados a lograr una política sectorial estable. En los hecho, este
Consejo Federal no cumple el rol de coordinación que tiene asignado, tornándose
confusas sus funciones reales.
En Carlos H. Acuña* &
Mariana Chudnovsky, EL SISTEMA DE SALUD EN ARGENTINA Documento 60 Marzo 2002
El texto es una interesante investigación sobre la relación entre el ingreso del país y el gasto público en salud en Argentina, una vez iniciados los procesos de descentralización. Los autores utilizan información del Ministerio de Economía y del Banco Mundial para analizar la tendencia del Gasto Público en Salud (GPS) en relación al Gasto Público Total (GPT), y el GPCS como porcentaje del PBI. El análisis histórico de la evolución del Sector Salud en Argentina en cuatro etapas diferentes brinda un contexto útil para comprender los procesos de descentralización en el país. En general, el artículo es un recurso valioso para quienes estén interesados en la política de salud y las reformas en América Latina.
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